La falta de fe anula las promesas
- Abdiel Salas
- 12 jul 2022
- 6 Min. de lectura
“Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa”. Romanos 4:14
La falta de fe anula las promesas de Dios. Según la biblia nuestra fe juega el rol mas importante en la vida cristiana. Todos conocemos el texto “Sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6). Pero se nos hace tan difícil entender como recibimos las promesas de parte de Dios. Todos queremos bendición, pero es nuestra falta de fe es la que anula la bendición. Entiéndase bendición como todo aquello que viene de parte de Dios, no necesariamente bienestar económico. Dios tiene muchas maneras de bendecir a sus hijos.
Con muchos años que yo llevo de leer la biblia, aun hay muchos pasajes que no entiendo completamente, lo único que ha pasado en mi es que ahora creo muchos pasajes que antes no creía. ¿Cómo es eso? Muchas actitudes estaban dentro de mí de manera inconsciente. Es decir, yo sin darme cuenta a veces me sentía merecedor de las bendiciones de Dios y algunas veces me sentía in-merecedor. !Las dos maneras de pensar están equivocadas! No estaba confiando en las promesas de Dios.
“Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia”. Romanos 5:17
Léelo varias veces, Cuando recibes a Cristo en tu corazón debes saber que recibes también sus bendiciones, pero tu mente todavía no ha sido conquistada porque es esclava de la carne y no sabes cómo reclamar esas bendiciones. Algo parecido sucedió con el pueblo de Israel cuando tuvo que conquistar la tierra de Canaán. Era la tierra prometida, ya era de ellos, pero debía ser conquistada para disfrutar de la bendición de esa tierra prometida. En el primer lugar que ellos tuvieron que conquistar, debían derribar las murallas fue Jericó. Jericó estaba localizada precisamente en el corazón de la tierra prometida. Jericó fue clave porque se necesitó un cambio de mentalidad de los Israelitas.
Todos leímos alguna vez como se llevó a cabo la conquista y nos sorprendemos, pero cuando Dios les dijo la manera de conquistar a Jericó, ellos tuvieron que cambiar su manera de pensar. Fue radical su cambio de mentalidad, ya que al dar pasos de fe también vieron muchos milagros suceder. Cuarenta años antes increíblemente Dios se molesto tanto por la incredulidad de Israel que los hizo esperar cuarenta años de los cuales solo Josué y Caleb sobrevivieron a esa generación.
“Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi furor que no entrarían en mi reposo”. Salmo 95:10-11
Increíblemente después de esta sentencia, el pueblo de Israel volvió a hacer lo contrario a la palabra de Dios. Dios les dijo que ya no pelearan y que fueran en cierta dirección y ellos esta vez intentaron entrar a la tierra prometida por su propia cuenta y fueron derrotados de manera vergonzosa. Dios se había mostrado a ellos como el Dios que hace misericordia y ellos no apelaron a la misericordia de Dios sino que se encapricharon en hacer lo que a su parecer estaba correcto. Es decir quisieron reclamar la promesa a su manera. Cuando desobedeces a Dios estas yendo en tu propia dirección y a tu manera, pero no a la manera de Dios.
“Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa”. Romanos 4:14
Entonces, ¿Cómo podemos hoy en día ir en contra de la palabra y anular las promesas de Dios? El hombre por naturaleza piensa que las bendiciones se ganan con esfuerzos (Muchas religiones se aprovechan de esto). La mayoría lo hacemos de manera inconsciente, sentimos que merecemos muchas bendiciones cuando hemos trabajado por ellas. En otras ocasiones tal vez pensamos que no merecemos las bendiciones porque no hemos trabajado por ellas y vemos a otras personas como muy espirituales. Eso no es otra cosa que falta de fe por no creer en las promesas a la manera de Dios y por lo tanto anulamos las promesas de Dios.
El salmista recibió revelación de Dios y pudo escribir:
“JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado”. Salmo 130:3-4
Cuando aceptamos la gracia y el perdón de Dios que ya fue pagada en la cruz por Jesus, no tenemos porque ver los pecados que hay en nosotros. Si Dios no los ve entonces debemos ver la gracia que hemos recibido de Dios. Esta fue una revelación que el Espíritu de Dios le dio al salmista a pesar de estar bajo la ley, era el Espíritu Santo de Dios diciéndole: “cuando estas bajo mi gracia yo no veo el pecado en ti, veo el perdón que yo te otorgue”.
Ahora estamos bajo el nuevo pacto, completamente revelado, podemos entender que Cristo ya pago el precio por medio de su muerte, al derramar su sangre en la cruz. Por esa muerte tengo entrada a esa gracia y esa justicia gratuita por medio de la fe.
“Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa”. Romanos 4:14
Estando en Cristo Jesus no hay nada que pueda comprar sus bendiciones, es la fe la que hace que la gracia de Dios se mueva a nuestro favor.
“Porque si los que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa”. Romanos 4:14
Si la falta de fe anula la promesa de bendición, entonces la fe activa la promesa de bendición. Es mi fe en el sacrificio de Cristo que me hace heredero de las promesas de bendición.
“Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen”. Romanos 4:16-17
Léelo varias veces. La vida cristiana es un reto de fe, la fe es necesaria apara recibir las promesas, el decidirse a creerle a Dios es mucho más fácil que cualquier tipo de esfuerzo. El esfuerzo propio da crédito a nuestros esfuerzos lo cual produciría orgullo espiritual. El orgullo anularía la fe ya que no está basado en la fe por la obra de Cristo, si no que esta basada en el esfuerzo propio.
“Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia”. Romanos 5:17
El Apóstol Pablo nos lleva a entender como entro el pecado y al mismo tiempo la separación de Dios y el hombre (Muerte Espiritual). Ahora, Gracias a la obra de Jesucristo podemos recibir no la escases de bendiciones, si no la abundancia de la gracia de Dios.
Mucha gente no ve las promesas de Dios, se ve mas a sí mismo, mas que a Jesucristo. Mucha gente que no recibe las promesas es porque automáticamente piensa: “es que debo orar mas”, “debo ofrendar mas”, “debe portarme bien”, “debo hacer mas méritos”... piensa mas en si mismo. Pero Dios dice: “es por mi gracia que recibes todas las bendiciones”.
Ten la fe de Abraham para creerle a Dios, Abraham no estaba bajo la ley, la ley vino 430 años después, así que no fue por la ley que Abraham recibió las promesas, fue por fe y por gracia. Cuando activas tu fe como la de Abraham veras un flujo de bendiciones para tu vida aun mayor lo que has visto. Ya no te veas a ti mismo, tus defectos, tus fallas, mira atentamente a Jesus. Cree que tus bendiciones ya fueron ganadas por Jesucristo en la cruz. Da las gracias a Dios por toda bendición por la gracia (regalo inmerecido) y el sacrificio de Cristo en la cruz, dale gracias a Dios por su obra y sacrificio en la cruz. Bendice y adora a Jesucristo porque el quiere bendecirte en abundancia, esa es su promesa.
Dios siga derramando de su amor en cada uno de sus hijos.
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Bendiciones
Abdiel Salas
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