“Pues, si ustedes pretenden hacerse justos ante Dios por cumplir la ley, ¡han quedado separados de Cristo! Han caído de la gracia de Dios”. Gálatas 5:4
Estoy consciente que la gracia tal vez es uno de los conceptos divinos más difíciles de entender y sobre todo de explicar. Tanto la gracia y la justicia son conceptos divinos difíciles de entender. Creo que Dios a través de la Biblia trata de explicarnos utilizando figuras, ejemplos, historias de vida, su pueblo, aquellos grandes hombres de la Biblia, etc. También creo que la naturaleza caída del hombre hace más difícil el entender la obra de Jesus en la cruz. La Biblia dice que Jesus es nuestro máximo ejemplo de gracia. ¡Pues él es la gracia!
“Pues la ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inagotable de Dios y su fidelidad vinieron por medio de Jesucristo”. Juan 1:17
Toma nota que Jesus es llamado “amor inagotable”. También podemos decir, si queremos aprender de la ley, Moisés fue un gran ejemplo y Moisés nos puede enseñar todo lo referente a la ley. Moisés hasta hoy en día es el símbolo de la ley de Dios y máximo representante de la ley ante los judíos. Pero si queremos hablar de gracia, Jesus es de quien debemos aprender.
Grandes discípulos como Pedro batallaron para entender la gracia, el mismo Pablo, Pedro, todos, por lo tanto, nosotros también batallaremos. El medio que nos rodea, el ambiente religioso, la carnalidad, no entendemos por naturaleza la gracia de Dios. Las versiones más nuevas de la Biblia traducen la justicia, como ser “el ser justo ante los ojos de Dios” y la gracia se traduce como "favor o favor inmerecido". Aquí en Juan 1:17 se tradujo como “amor inagotable”. La gracia y la justicia se han traducido de diferente manera por lo mismo que son conceptos divinos difíciles de explicar con una sola palabra.
Los ambientes religiosos no entienden la gracia, ellos sin darse cuenta demeritan el sacrificio de Cristo y le agregan condiciones para recibir la salvación, la gracia, las bendiciones, la santidad. Lo mismo la sanidad, la bendición, la libertad, todo lo condicionan a tu comportamiento o a tu propia justicia. Pero la gracia te ofrece sanidad, libertad y bendición entre otras cosas de manera gratuita. Pablo hizo una declaración que nos deja con muchas preguntas:
“Así que, para impedir que me volviera orgulloso, se me dio una espina en mi carne, un mensajero de Satanás para atormentarme e impedir que me volviera orgulloso”. 2 Corintios 12:7
Espinas en la carne
¡Un mensajero de satanás no es nada bueno! No era nada sencillo ser atormentado por un aguijón. Cada vez que Pablo intentaba ser orgulloso, el agujón estaba listo para recordarle a Pablo que tenía orgullo y que recordara desde donde había venido. Todos sabemos que el orgullo es pecado, ¿Entonces hasta donde se considera orgullo y hasta donde no lo es, cuando Pablo platica sus experiencias divinas en el tercer cielo? Pablo confiesa que el batallaba con el orgullo y le había pedido a Dios que se lo quitara. ¡Suena lógico, quítame el orgullo para no tener ese aguijón! ¡O quítame el aguijón para no tener el orgullo! El aguijón siempre le recordaba que necesitaba ser humilde. Pero… así funciona la gracia. La gracia te va a recordar que debes ser humilde!!!!
Aunque muchos insisten en que pueden lograr la santidad requerida por Dios en el sermón del monte, insisten que deben enderezar sus caminos y hacerse justos ellos mismos. En realidad la Biblia y en especial la ley nos quieren llevar al punto donde podamos reconocer que por medio de la ley o por medio de la religión nunca podremos obtener la justicia ni la gracia de Dios. Tanto la ley como la gracia te llevan al mismo camino, la ley es el camino largo donde al final te encontraras con la gracia de Dios. ¡La cual es Jesucristo mismo!
Todos tus esfuerzos por santificarte y justificarte delante de Dios estarán estorbados por espinas en la carne. Es decir, nunca lograras eliminar el pecado de tu carne. Pablo relacionaba su orgullo con una espina. Es decir, la espina podría ser una enfermedad, un defecto físico o un pecado habitual que le servía de regulador para que su carne no se sobrepasara de orgullo y que a su vez le recordaba lo pecaminoso que él todavía era. Eso lo frenaba de no exaltarse a sí mismo como un santo por sus propios esfuerzos. Es decir, a través de esa espina en la carne Pablo tenía un recordatorio de su debilidad y al mismo tiempo de la gracia de Dios. No es para menos un hombre de Dios con tanta revelación creo que no dejaría a muchos con la boca abierta. Tal vez yo necesito dos o tres aguijones para que me recuerden la gracia de Dios.
La gracia de Dios te mantiene humilde ya que siempre dependerás de Jesucristo para justificarte, para santificarte, para aceptarte. Aquel que se cree justo peca de orgullo porque Dios es el que justifica. La Biblia dice que Cristo resucito para nuestra justificación. Es decir, si Cristo no hubiera resucitado, la historia de Cristo sería una falacia, un cuento, entonces tu tendrías que valerte de ti mismo. Pero como Cristo resucitó entonces la verdad acerca de Cristo es una realidad. ¡Cristo está disponible para ti! ¡Para todos!
“Sin embargo, sabemos que una persona es declarada justa ante Dios por la fe en Jesucristo y no por la obediencia a la ley. Y nosotros hemos creído en Cristo Jesús para poder ser declarados justos ante Dios por causa de nuestra fe en Cristo y no porque hayamos obedecido la ley. Pues nadie jamás será declarado justo ante Dios mediante la obediencia a la ley»”. Gálatas 2:16
El orgullo es muy peligroso porque te aparta de la gracia, el orgullo se enfoca en ti, en perfeccionarte, en cumplir, en tus logros, pero también en tus flaquezas. El orgullo te desgasta porque te engañas a ti mismo confiando en tus capacidades y méritos. Morir a la carne significa separar nuestros logros y flaquezas de lo que en realidad Cristo hizo en la cruz. Lo que hagas podrá ser bueno, podrá ser malo ante tus ojos, pero delante de Dios no son suficientes, nada es suficiente. Estarás luchando contra tu propio agujón, estarás luchando contra espinas en la carne. Pablo pudo aprender esta importante lección:
“En tres ocasiones distintas, le supliqué al Señor que me la quitara. Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». Así que ahora me alegra jactarme de mis debilidades, para que el poder de Cristo pueda actuar a través de mí”. 2 Corintios 12:8-9
Pablo entendió que la gracia de Dios es todo lo que necesitaba. Esta verdad le trajo libertad, sanidad, salud, bendición, a pesar de sus flaquezas o enfermedades. ¿Y tu reconoces que la gracia de Dios es todo lo que necesitas? ¿O crees que hay algo más que le falta al sacrificio de Cristo?
“Pues, si ustedes pretenden hacerse justos ante Dios por cumplir la ley, ¡han quedado separados de Cristo! Han caído de la gracia de Dios”. Gálatas 5:4
Toda exigencia fuera de Jesucristo como lo es la ley, te aparta de Cristo. El original es más fuerte, ya que dice “te amputa de Cristo”. Reconocer tus debilidades, reconocer tus fallas delante de Dios y aceptar su gracia traerá liberación y sanidad a tu vida. Contrario a lo que muchos piensan, la gracia te acercará mas a Dios a pesar de tus fallas, la gracia de Dios es todo lo que necesitas. ¡Se llama Jesucristo!
La gracia te llenará de gratitud, de amor, comprensión a los demás, te ayudará a aceptarte a ti mismo y a los demás. ¡Pídele a Cristo que te ayude a entender su gran regalo, su gracia!
Gracia radical
La gracia se ha mal interpretado, se ha mal entendido, los seguidores de la ley la han pervertido por algo que no es la gracia de Dios. La gracia no es que Cristo sirva al pecado o nos invite a pecar al cabo ya soy salvo. ¡CRISTO NO MURIO PARA QUE YO SIGA PECANDO! ¡CRISTO NO MURIO PARA QUE TU SIGAS PECANDO! ¿Entonces cómo funciona la gracia?
Por ejemplo, hoy en día llamamos red social a un sistema que nos aísla de la convivencia. Conozco muchas personas que “socialmente” son pura felicidad, pero cuando hablas con ellos son un montón de quejas y sufrimientos, pasan su tiempo alejados de la sociedad, aislados, viviendo vidas aparentes. Si tú me conoces “socialmente” soy pura felicidad, viajes, aventuras, buenas experiencias, una vida envidiable. Pero en cierto sentido así es la gracia, así me hace la gracia, verme santo agradable a Dios. Aunque Cristo me conoce realmente y sabe que soy un desastre, que mi vida es un tumulto de fallas y debilidades, que sin el nada soy, solamente él y yo sabemos que lo necesito para seguir adelante. El me hace ver que delante de él soy aceptable. Pero él está trabajando conmigo en la realidad para perfeccionarme, para santificarme, para enseñarme. Pero delante del mundo soy completamente aceptable, esa es la gracia. ¡Por eso él nos confesará delante de su Padre!
“Más bien, soy un pecador si vuelvo a construir el viejo sistema de la ley que ya eché abajo”. Gálatas 2:18
El religioso utiliza la ley como un medio para santificarse, para justificarse, para recibir la bendición. El religioso usa los méritos como un medio para allegarse a Dios. La gracia nos permite acercarnos a Dios libremente para recibir de él la santificación, la santidad, la libertad, la bendición. Cualquier otro medio me hace un pecador. Si utilizo la ley, soy un pecador. La ley encierra todas tus capacidades. La ley falló en su propósito por santificar a los pecadores. Moisés falló en llevar al pueblo de Israel a la tierra prometida, Moisés no pudo entrar a la tierra prometida. Vio de lejos la gracia de Dios. ¿Entonces Dios es injusto? Claro que no. Moisés entró únicamente con Cristo en la transfiguración.
Ahora vamos a la cruz de Cristo, el evento más importante para aquellos que hemos creído en Cristo. Estamos delante de Cristo siendo crucificado, cuando tu reconoces que eres un pecador y pides perdón, Dios te perdona ¿Recuerdas esa cruz? ¡Estas ante la cruz de Cristo! ¡Cristo te ha perdonado! Pero pasado el tiempo, aun recuerdas esa cruz, pero intentas acercarte a Dios usando el sistema de la ley, entonces te has apartado de la gracia. Es decir, la primera vez que te acercaste eran Jesus y tu conversando, tu pidiendo perdón y Cristo perdonándote. ¡Eran tú y el perdonándote! ¡Tú recibiendo de su gracia! ¿Por qué ahora quieres meter a ley como un medio para ganarte el favor de Dios? ¿Por qué ahora intentas acercarte Dios con esfuerzos humanos? ¿Por qué ahora intentas santificarte por medio de la ley? ¡Eso es construir algo inexistente para acercarte a Dios siendo que cuando recibiste por primera vez el perdón de Dios, fue por medio de la gracia!
¡Cristo echo abajo el sistema de la ley!
La gracia te lleva a adorar a Jesus, la gracia te lleva a recibir de Dios lo que la ley nunca logrará. La gracia es más efectiva que la ley. El camino de la santificación es un proceso que tardará, pero la gracia ya la recibiste desde el día de la cruz. La gracia es más efectiva que la ley para el pecado. No para permitirlo pero para mitigarlo, hasta santificarte por completo el día de la redención.
La ley te llevara a buscar la santidad, para después llevarte a Jesus… lo cual nunca pasara, a menos que te rindas en el camino.
Jesus te da de su santidad para apartarte del pecado por medio de la gracia.
Así es Jesus, así funciona la gracia. Dile hoy al Señor, quiero conocer tu gracia, quiero recibir tu gracia, no me separes de tu gracia. ¡Quiero conocer la verdad!
¡Ahora sabes porque soy un radical!
¡Ahora sabes porque no dependo de la ley!
¡Ahora sabes porque dependo de su gracia!
¡Cristo me ha hecho un radical!
Mi deseo es que conozcas al verdadero Jesucristo que describe la Biblia. Que goces de la libertad de nuestro Señor Jesucristo y que su gracia reine en tu vida! !Recibe ese regalo de paz y de amor que solo Dios te da, la gran bendición de ser su hijo e hija!.
Da gracias a Dios por su amor y su infinita gracia. !Que Dios te ayude a caminar en esta verdad siempre!. !Recibe la abundancia de la gracia y el don de la justicia por medio de Jesucristo! !Cristo es digno de toda la honra y el honor!
Recibe sus bendiciones y escríbeme con tu comentario.
Escrito por Abdiel Salas.
Abdielsalas@live.com
Bendiciones!
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