“Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Juan 14:15
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El legalismo dentro de la iglesia se refiere a comportamientos muy apegados a reglas o principios religiosos, estas reglas o principios religiosos te hacen creer que eres merecedor de las bendiciones de Dios. Muchas veces hemos oído que, si no hacemos tal o cual cosa, Dios no nos puede bendecir, hasta que perdemos la salvación o nos vamos al infierno. También se nos ha dicho que si nos va mal en alguna área de la vida es porque hay algún pecado que nos atrae la maldición. Para un legalista toda bendición está condicionada a su comportamiento por seguir reglas. También el legalismo nos hace creer que cualquier error es una invitación a satanás para que entre a nuestra vida o la de nuestra familia.
Un verso bíblico muy mal utilizado por un legalista es:
“Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Juan 14:15
A simple vista Juan 14:15 parece que está hablando de los diez mandamientos, o sea la ley de Moisés, pero no. Mucha gente sin pensar cree que esto se refiere a cumplir los mandamientos de la ley o hasta sus reglas religiosas. Un legalista cree que debe cumplir reglas o principios religiosos para que Dios lo acepte, para “demostrar” que amas a Dios. ¡Nada más alejado de la verdad!
Hoy en día el legalismo está metido en las iglesias y está causando confusión, división, desacuerdos, depresión y hasta suicidios. Muchos pastores hasta se están suicidando por no satisfacer “las reglas o principios religiosos”. Me pregunto: ¿Como están creciendo entonces los feligreses? Por ejemplo, los legalistas pueden decirte, si no cumples tal o cual regla, llámese diezmo, vestirte, cumplir, comportarte, hacer o asistir a sus reuniones, si no cumples no mereces pertenecer a “su iglesia” y mucho menos mereces la bendición de Dios. Es mas ellos creen que te mereces el infierno, te lo llegan a decir.
A simple vista Juan 14:15 parece que está hablando de los diez mandamientos, o sea la ley de Moises, pero no. Mucha gente sin pensar cree que esto se refiere a cumplir los mandamientos de la ley o hasta sus reglas religiosas. Un legalista cree que debe cumplir reglas o principios religiosos para que Dios lo acepte, para “demostrar” que amas a Dios. ¡Nada más alejado de la verdad!
El legalismo es el equivalente al Bullying o acoso, el bullying es ejercer presión sobre una persona que no satisface nuestras demandas. Estas demandas, acoso o presiones sobre un niño, joven o adulto causan miedo, ansiedad y hasta depresión. Dentro de la iglesia el legalismo es igual o equivalente. Causa una presión o acoso por no satisfacer las demandas de una religión o grupo de personas haciéndoles creer que es Dios quien demanda tales cosas. A decir verdad, utilizan el nombre de Dios para amenazar, manipular y controlar a las personas. La historia lo demuestra con asesinatos por no satisfacer los ideales de una religión o una persona, como fue la santa inquisición.
“Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Juan 14:15
Primeramente, Jesus no dijo en Juan 14:15 "guarda los mandamientos de Moises o guarda la ley". Si no que dijo: “guarda MIS mandamientos”. Para lo cual Jesus tenia principios muy diferentes que chocaron con los seguidores de la ley de Moises. Dicho sea de paso, estos seguidores de la ley mataron a Jesus por no adecuarse a sus principios. Jesus dijo:
“Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros”. Juan 13:34
Y también dijo:
“Uno de ellos, experto en la ley religiosa, intentó tenderle una trampa con la siguiente pregunta: —Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante en la ley de Moisés? Jesús contestó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Este es el primer mandamiento y el más importante. Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Toda la ley y las exigencias de los profetas se basan en estos dos mandamientos”. Mateo 22:35-40
Para comprender mejor vamos a utilizar la ley de Moises para probar que un legalista está equivocado. La ley dice así:
“No cometerás adulterio”. Éxodo 20:14
Y más ampliamente dice:
“Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel”. Deuteronomio 22:22
Esta misma situación le fue presentada a Jesus para probarlo, tentarlo o hacerle una trampa para probar que El no era de Dios según los fariseos.
“Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. Juan 8:3-11
Muchas veces nuestras conciencias nos acusan como fue el caso aqui, otras veces las personas en las iglesias nos acusan de no cumplir las exigencias que nosotros creemos son correctas. Estas exigencias hacen que nosotros exijamos a otros algo que nosotros ni siquiera cumplimos. Una persona legalista ha llegado a creer que Dios demanda comportamientos al estilo de la ley y si no se cumplen merecen la muerte, merecen nuestro rechazo, merecen la maldición, merecen lo peor, merecen el infierno. Sin embargo, Jesus dijo:
“Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Juan 14:15
Un legalista solo ve: “Guardad mis mandamientos (y ve la ley de Moisés en lugar del amor)”. Juan 14:15
Pero Jesus dijo: “Si me amáis”.
Por eso también dijo:
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Este es el primer mandamiento y el más importante. Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Toda la ley y las exigencias de los profetas se basan en estos dos mandamientos”. Mateo 22:35-40
Jesús nos enseñó a amar a Dios y a las personas, antes que cumplir reglas. ¿Porque Jesús no hizo cumplir la ley de Moisés en el caso de la mujer adúltera? ¿Porque no debemos ser legalistas los cristianos? ¿Porque un legalista esta en contra de lo que Jesús predico con el ejemplo? Las reglas sin amor son solo ideas, al igual los mandamientos sin amor no sirven para nada. Jesús vino a mostrar su amor para con nosotros, en una ocasión dijo también:
“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”. Juan 15:13
Y el dio su vida, También dijo:
“Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama”. Lucas 7:47
Jesus es soberano (gobernador) de los reyes de la tierra, la Biblia dice:
“Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre”. Apocalipsis 1:5
Ese gobernante de la tierra llamado Jesus, nos amó tanto que perdonó todos nuestros pecados. Al pedirnos su amor, no es otra cosa que la respuesta de nosotros a su perdón. Su perdón ha sido tan grande que nosotros le amamos. Al perdonar a otros nosotros le estamos amando a Dios. Al apedrear, acosar, controlar, presionar, acusar, oprimir, manipular, castigar u obligar a alguien lo estamos alejando del amor, porque simplemente eso no es amor.
La vida de la mujer adúltera ya no fue la misma, independiente de sus acusaciones y pecados. Ella aprendió que Jesus es amor, es comprehensivo, no impone culpabilidad, no impone castigo, no obliga, no oprime, no exige, no humilla, no presiona, si no que nos entiende y nos ofrece su amor. Con ese tipo de amor, entonces nos volvemos a él queriendo agradarle, queriendo cumplir con el amor más que con reglas y mandamientos de hombres. Entonces obedeceremos sus mandamientos que son diferentes a la ley de Moises, de hecho son mejores y mas agradables.
“Pues toda la ley puede resumirse en un solo mandato: «Ama a tu prójimo como a ti mismo»”. Gálatas 5:4
Amar al prójimo es guardar los mandamientos de Jesus. Sin embargo, un legalista enfatiza el castigo de Dios a su manera creyendo que Dios es igual a ellos. Ellos enfatizan que Dios es fuego consumidor (Hebreos 12:29), pero asumen que eso significa castigador. Sin embargo ese capitulo nos exhorta a no rechazar la gracia de Dios, es decir no negar que Dios todo lo hace por amor, por fe y por gracia. Ellos lo aplican para querer obligar a cumplir sus reglas religiosas.
«Ama a tu prójimo como a ti mismo»”. Gálatas 5:4
Mi deseo es que conozcas al verdadero Jesucristo que describe la Biblia. Que goces de la libertad de nuestro Señor Jesucristo y que su gracia reine en tu vida! !Recibe ese regalo de paz y de amor que solo Dios te da, la gran bendicion de ser su hijo e hija!.
Da gracias a Dios por su amor y su infinita gracia. !Que Dios te ayude a caminar en esta verdad siempre!. !Recibe la abundancia de la gracia y el don de la justicia por medio de Jesucristo! !Cristo es digno de toda la honra y el honor!
Recibe sus bendiciones y escribeme con tu comentario.
Escrito por Abdiel Salas.
Abdielsalas@live.com
www.abdielsalas.obolog.com
Bendiciones!
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